Secretos y leyendas de un barrio bien porteño

sábado, 29 de marzo de 2008

Versalles es uno de los barrios menos conocidos de la capital. De hecho, salvo sus vecinos, pocos lo han escuchado nombrar y muchos menos lo ubican dentro de la capital. Limitando con Villa Luro, Villa Real y Liniers, asoma el pequeño barrio de Versalles. Recorrer sus calles, pasajes y boulevares, es como viajar casi 100 años atrás, justo cuando era fundado. Por alguna extraña razón el barrio aún mantiene esa magia. A Versalles no llegaron ni la modernidad, ni sus cambios. De la arquitectura -con un estilo europeo predominante- se destacan las casonas coloniales de los pasajes, Caldén, Caranday y Cochicó, entre otros. Es considerado el barrio con más espacios verdes de la capital, además de contar con la mayor cantidad de árboles por habitante, entre ellos, tilos, coníferas, paraísos, palos borrachos y jacarandas.

En Versalles se cuenta hace tiempo una vieja leyenda. Se dice que en los atardeceres de verano -cuando los enamorados pueblan las plazas- las brujas de Versalles salen a cantar entre los árboles. Nunca nadie las vio pero quienes oyen su dulce canto no logran romper el hechizo, pueden irse del barrio pero siempre, siempre vuelven.
Primera parte del trabajo final de Taller I.
Nota:(Es la única foto actual que encontre y es bastante fea)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

FUENTES: blogs de versalles y algún artículo perdido por ahí que ahora no recuerdo...

Anónimo dijo...

Muy buena la nota, versalles es uno de los mas lindos barrios!